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El respeto y otros valores del rugby que probablemente no conocías
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Rugby
El respeto y otros valores del rugby que probablemente no conocías
04.07.2018

Además, las selecciones españolas, femeninas y masculinas, son cada vez más competitivas a nivel internacional. ¡Llegaron incluso a clasificar para los Juegos Olímpicos de Rio 2016!

 

En el Complex Esportiu Futbol Salou estamos siempre atentos a las tendencias en deporte. Por eso, esta temporada hemos inaugurado un campo de rugby polivalente. Pero… ¿Qué tiene el rugby que vuelve adictos a quienes lo prueban? Al contrario de lo que pueda parecer a primera vista, el rugby presume de ser un deporte con valores donde el respeto es un principio sagrado. Es más, tienen una Carta de Principios con 5 valores que se practican, y de verdad, en cada partido. ¡Veámoslos!

1. Respeto

La primera lección que recibe un jugador de rugby cuando empieza sus andaduras en este deporte es el respeto que hay que profesar a los compañeros, oponentes, árbitros y todos los agentes involucrados en el juego.

 

La palabra del árbitro es ley indiscutible, las tensiones se quedan en el terreno de juego, y si el ambiente se caldea, hay que encontrar la manera de limar esas asperezas. De ahí que, al finalizar el partido, los vencedores sean los primeros en hacerle un pasillito y aplaudir a los perdedores, y viceversa.

 

Además, hay una tradición llamada “el tercer tiempo” que consiste en que, tras el partido y una vez duchados, los dos equipos comparten comida y cerveza. Es un tiempo destinado a fraternizar, comentar el partido o charlar sobre otros rivales. Ya lo dice el refrán: A barriga llena, corazón contento.

2. Integridad

La integridad es otro de los principios básicos para la práctica el rugby, y se cimienta con honestidad y juego limpio. Parece contradictorio aceptar ejercer una extrema presión física sobre un oponente para obtener la pelota, y que eso se considere juego limpio.

 

La diferencia está en que esa fuerza no se puede usar para lastimar voluntaria o maliciosamente al contrincante. Y en esa fina línea trabajan tanto los árbitros como los jugadores, de cuya actitud comprometida con los valores de la carta dependerá el éxito del juego.

3. Pasión

El rugby, como otros deportes, genera muchas pasiones, adhesión emocional y sentido de pertenencia a una gran familia. No obstante, el hecho que haya un extremo contacto físico puede hacer que esa pasión se exalte aún más. Es a través de la disciplina y el respeto que esa pasión se queda solo en el sentido más positivo de la palabra, forjando camadería y dándole sentido al juego limpio.

4. Solidaridad

El compañerismo y la solidaridad son, si cabe, sentimientos más exaltados en el rugby. O se está unido, o cualquier factor externo puede quebrar el partido y la energía del equipo.

 

Un gesto solidario que trascendió a la prensa internacional fue protagonizado por la selección española de rugby en 2016. Se encontraban concentrados en Fiyi (pagado de sus bolsillos) para preparar el torneo internacional de Hong Kong. El ciclón Winston, que fue devastador, estaba a punto de llegar a Fiyi y los jugadores no se lo pensaron dos veces; dejaron sus tareas para ayudar a los locales a rellenar sacos de arena para intentar frenar, dentro de lo posible, la entrada del mar.

 

Además, se dice que las amistades forjadas en el rugby duran toda la vida, porque nacen en un marco de trabajo en equipo y lealtad, que trascienden las diferencias culturales, geográficas, políticas y religiosas.

5. Disciplina

En el rugby, jugadores de diferentes físicos, destrezas, géneros y edades tienen la oportunidad de aportar sus habilidades al conjunto del equipo. Es la disciplina lo que garantiza que todos los participantes tengan un gran conocimiento y comprensión de las normas y valores del juego.

 

¿Te ha sorprendido?